Derecho de vuelo: La casa por el tejado

Comenzar la casa por el tejado ha dejado de ser una expresión que indica algo que se hace sin orden ni acierto para convertirse en una realidad.
La Casa por el Tejado es una empresa española creada por el arquitecto Joan Artés para hacer en España lo que Philippe Simon ha comenzado ya sobre los tejados de París: comprar el derecho de vuelo de edificios antiguos que no alcanzan la altura máxima permitida e instalar áticos de nueva construcción donde ahora se sitúa la azotea.
COMPRAR TEJADOS A CAMBIO DE MEJORAS
Por explicarlo de forma muy breve, los propietarios del edificio venden su tejado (o más exactamente, su derecho de vuelo). Esto  permite a La Casa por el Tejado colocar en estos lugares uno o más áticos de construcción ligera, respetuosos con el medio ambiente y con la arquitectura de la zona en la que se ubica la finca.  
A cambio los propietarios reciben una compensación económica, así como toda una serie de obras de mejora en todo el edificio realizadas a cargo de la empresa y que pueden llegar a revalorizar el valor del inmueble hasta en un 10%.  Estas mejoras pueden ser tanto estéticas como estructurales, incluyendo aquellas que los propietarios han ido postergando por resultar especialmente costosas como la instalación de un ascensor. Se eliminan barreras arquitectónicas, se realizan tareas destinadas a reducir el gasto energético del conjunto de las viviendas.  
CASAS QUE LLEGAN DEL CIELO
Una vez retiradas las cubiertas del edificio y realizada la instalación básica de tomas de agua, luz y gas, las nuevas casas llegan literalmente desde el cielo.  Los áticos se montan a partir de estructuras prefabricadas que se elevan con una grúa de gran tonelaje para hacerlas descender sobre el espacio que antes ocupaban el tejado o la terraza. Todo esto se hace en domingo para causar el menor transtorno posible en el tráfico de la zona. En un solo día la nueva casa está en su sitio y en las semanas siguientes se rematan los acabados.
Mínimo impacto para una solución que puede suponer el aprovechamiento de más de un millón de metros cuadrados de edificabilidad vacante en Barcelona, Madrid, Pamplona y también en Zaragoza, Logroño, San Sebastián y Bilbao.