Ya va siendo hora de que haga algunos cambios en la decoración de mi casa, he dejado que mi casa se haya convertido en una reliquia del pasado. De lo primero en lo que tengo que pensar es en cambiar las cortinas viejas, tengo que comprar cortinas nuevas urgentemente, porque las que tengo parece que se vayan a caer a trozos. Pero antes de comprar nada a lo loco, prefiero elegir unas cortinas que me gusten y que hagan su función de la mejor manera posible. Porque no me gusta nada tener que devolver lo que he comprado, por eso siempre analizo todo lo que compro antes de aventurarme a ello. Menos mal que muy cerca de mi casa ha abierto no hace mucho una tienda de cortinas y de estores, lo más probable es que termine acercándome hasta allí para ver si algo de lo que me ofrecen me gusta y me sirve.
Dentro de muy poco voy a tener una cama nueva, por lo que voy a volver a mi antigua habitación, a ver si la cama no es demasiado complicada de montar. Menos mal que ya he montado y desmontado una cama bastante parecida en casa de mi amigo Pedro cuando se tuvo que ir de su casa a causa de su divorcio. Por lo menos ahora voy a poder darme la vuelta en la cama sin tener miedo a caerme de ella, porque llevo varios años durmiendo en una cama en la que casi no entro.
Para completar la decoración de mi nueva habitación también voy a necesitar una alfombra que haga juego tanto con la nueva cortina como con el canapé nuevo. La alfombra que estoy usando ahora es demasiado estrecha como para ponerla en esa habitación que es bastante más grande que la habitación en la que llevo viviendo desde hace ya unos cuantos años. Ahora tan solo falta que los de la obra de al lado de mi casa se vayan de una vez, porque esa obra parece interminable, menos mal que ya parece que se está terminando. El día que se vayan oficialmente creo que vamos a hacer una fiesta en mi casa, porque a decir la verdad ya estamos de la obra hasta la coronilla.