Cuando se incorpora un perro a la familia hay que tener en cuenta las necesidades que este animal va a tener. A veces, hay personas que se dejan llevar por modas o por películas y acaban con un perro que tiene unas necesidades muy específicas que no pueden proporcionarle. Es el caso de los perros de tiro, como los huskies, que son de gran belleza pero que tienen un carácter complicado y que precisan de unos niveles de actividad que no todos estamos en condiciones de ofrecerles.
Pero incluso un perro normal tiene que hacer ejercicio y también necesita socializar con otros canes. Pero eso, se recomienda que de media, cualquier perro tiene que salir a hacer sus necesidades con la frecuencia correcta pero, además, al menos una de las salidas debe de incorporar entre media hora y una hora de ejercicio y juegos para el animal. Y, si es posible, sacarlo los fines de semana a la naturaleza o a espacios seguros en los que pueda moverse con cierta libertad.
Hay formas de conseguir que el perro haga ejercicio de manera más divertida y una de ellas es haciéndolo también nosotros. Por ejemplo, si salimos a dar largas caminatas por la naturaleza con el perro, éste disfrutará yendo con nosotros, recibiendo todo tipo de estímulos olfativos y parándose de vez en cuando para jugar un poco.
Los juguetes específicos para perros son también una buena manera de que hagan deporte sin darse ni cuenta. Los lanzadores para que vayan a buscar la pelota son ideales para personas que tienen problemas para mandar la pelota un poco lejos. En los parques para perros pueden usarse con total seguridad, sobre todo si se va a una hora en la que haya pocos animales.
Cuando los perros son mayores, pueden dejar de hacer ejercicio. Es normal que necesiten menos actividad pero si un perro activo y juguetón de repente deja de actuar como tal, puede tener algún problema. Por eso, lo primero es ir al veterinario para que se asegure de que no hay una artrosis o similar. Descartado un problema serio, si solo se trata de envejecimiento, se puede comprar Estimulante físico para perros que actúa sobre esos pequeños achaques que también tenemos las personas al cumplir años, como molestias en los huesos y que pueden ser los culpables de que el animal no quiera jugar como antes.