Las galerías acristaladas son comunes en diferentes zonas de nuestro país. Son espacios muy bonitos y luminosos pero que a veces no se aprovechan tanto como se debería porque no están bien acondicionadas.
En muchos pisos, las galerías son algo estrechas y no están bien climatizadas. Colocar en ellas un climatizador portátil puede ser una excelente idea si no es posible aislarla del exterior. En cuanto a las ventanas, nos encontramos con que incluso las mejor aisladas pueden ser fuente de entrada de mucho calor si no cuentan con cortinas. Pero cuando las galerías son estrechas, las cortinas tradicionales no son la mejor opción ya que quitan espacio. Por eso, una buena idea son los paneles japoneses, muy modernos y que permiten abrir al sol la parte que se desee y cerrar la que se quiera proteger.
En cuanto a las zonas de descanso, en una galería estrecha funcionan muy bien las bancadas a medida que se hacen unidas a la pared. Esto hace que se aproveche al máximo el espacio, quedando sitio para una pequeña mesa auxiliar para bebidas o para apoyar el libro de lectura. Los bancos de madera pueden acondicionarse con cojines a medida bien acolchados que hagan que el espacio sea extraordinariamente cómodo.
Si se cuenta con una galería de mayor tamaño, los muebles de terraza son los más adecuados para este espacio. Le darán a la galería un aire diferente al resto de la vivienda, convirtiéndola en un espacio de ocio muy atractivo. Una decoración atractiva, con muchas plantas, puede dar la sensación de estar en el campo incluso si la galería es en un apartamento en pleno centro de la ciudad.
Crear un espacio similar a una terraza chill out ibicenca en una galería es posible. Este tipo de decoración es perfecto en casas de decoración muy moderna. Unos sofás de exterior en blanco situados en forma de U con mesas muy bajas de frente y un suelo de césped artificial pueden ser la decoración perfecta.
Se trata, en cualquier caso, de que la galería sea muy acogedora ya que así apetecerá usarla a diferentes horas del día, tanto si hay visitas como si no, convirtiéndose en un lugar de ocio en el que leer, escuchar música o disfrutar de otras aficiones, tomando el sol en verano y sintiéndose a gusto y con calidez también en invierno.