Decía mi abuela que todo tiene solución, menos la muerte: sabiduría popular a la que deberíamos acudir más o menudo de lo que hacemos. Mi abuela era una mujer de pocas palabras, pero cuando hablaba todo el mundo escuchaba porque sus frases eran atronadoras. Todos la querían, aunque una de sus virtudes (o defectos, según se mire) era que solía ser muy sincera… Quizás demasiado.
Entre sus grandes aficiones estaban las flores. Siempre nos decía que cuidar sus plantas y sus flores era el momento más agradable del día, el momento en el que se relajaba y se le ocurrían las mejores ideas. A unos nos gusta correr para relajarnos, otros ven fútbol, y otros disfrutan del silencio de sus plantas.
Así que ahora que ella ya no está sabemos que debemos rendirle homenaje como se merece y como, seguro, a ella le hubiese gustado: con flores. Miramos en una de las floristerías que ella solía frecuentar y a la que conocían muy bien, que además son, para que nos hicieran una especial en la que se incluyeran algunas de sus flores más queridas.
Tanta era la pasión de mi abuela por las plantas que hasta llegó a ganar un concurso una vez. En el barrio en el que vivía organizaron un concurso de balcones. Es una zona de casas antiguas con balcones muy grandes que a menudo los vecinos decoran con flores. De vez en cuando hay hasta hay cierta piquilla entre los vecinos. Sé de buena tinta que mi abuela tenía un poco de competición con una vecina de enfrente, de edad parecida, también muy aficionada a decorar el balcón con plantas. Alguna vez mi abuela ‘relajándose’ en el balcón echando un ojo al balcón de la vecina…
Así que cuando hubo ese concurso de flores, mi abuela puso todo su empeño en engalanar el balcón como nunca, seguro que también para quedar por encima de la compi de enfrente. Al final ganó y salió en el periódico. Ahora nosotros la rendiremos homenaje acudiendo a estos Especialistas en coronas para difuntos Vigo que tan bien conocieron a mi abuela.