De todas las Rías Bajas, la de Vigo sorprende por su diversidad natural y atractivo paisajístico. Para sus visitantes, es casi una tradición fotografiarse o hacerse un selfie en cualquiera de los miradores que jalonan esta franja costera. Cuando se investiga que ver en la Isla de Ons, el mirador de Fedorentos figura habitualmente entre los destinos más famosos.
Ubicado en el extremo meridional de Ons, este mirador ofrece una panorámica de las islas de Onza y Cíes, siempre que la meteorología sea favorable. Otro promontorio natural es Punta do Castelo, en cuyos alrededores se alzan todavía los vestigios de una fortificación de época.
El ascenso a A Madroa, elevación sita en la Comunidad de Montes de Teis, recompensa a los viajeros con una vista privilegiada de la ensenada de San Simón, O Morrazo, el Cabo Home o el Monte Alba, entre otros. Otro pretexto para explorar esta ‘atalaya’ son los vestigios del Castro da Madroa, que datan de la Edad del Hierro.
Otro de los miradores más visitados es el de Alto do Príncipe. En el contexto de una experiencia de trekking, es habitual que numerosas rutas concluyan en este destino, cuya panorámica permite abarcar en una mirada las Cíes y otros enclaves singulares de la ría viguesa.
En la más pequeña de las islas del archipiélago de las Cíes encuentra su sitio el mirador de O Faro, rodeado de un paisaje de postal. Junto con el monte del mismo nombre, ha sido declarado como Zona de Especial Protección (ZEC), y cuenta en sus inmediaciones con una ermita: Nosa Señora do Faro.
Pocas elevaciones son tan afamadas como el monte de O Castro. Se emplaza en el seno de la ciudad de Vigo y muestra una panorámica única del puerto y las islas Toralla y Cíes. Numerosas rutas de senderismo pasan o transcurren en este monte.