Empresas de todos los sectores preparan su ‘salto’ a la Industria 4.0. La llamada Cuarta Revolución Industrial consiste en el uso de sistemas inteligentes, métodos innovadores de fabricación y equipos informaticos industriales de vanguardia que llevarán el ecosistema empresarial a un nuevo nivel de productividad y desarrollo.
Una de las claves de la Industria 4.0 consiste, en primer lugar, en potenciar la digitalización dentro de la empresa. La tecnología debe estar presente en todos y cada uno de sus procesos, implementando además avances como el machine learning o la realidad aumentada, que ya están permitiendo perfeccionar la producción y agilizar la resolución de problemas, además de incrementar el bienestar de los recursos humanos.
Diversos teóricos consideran que, como parte de esta revolución, las empresas adoptarán el ciclo PDP (Physical-to-Digital-to-Physical). A grandes rasgos, este se propone obtener información de la realidad física y registrarla en medios digitales, compartir y analizar los datos ya digitalizados por medio de IA y devolverlos al mundo físico en forma de acciones útiles para optimizar la fabricación de productos y la prestación de servicios.
Por otra parte, la automatización desempeñará un rol destacado en la cuarta revolución industrial. Porque la mayoría de los procesos logísticos y productivos no requieren hoy de asistencia humana, lo que significa que se pierde en ellos un esfuerzo humano que podría invertirse en áreas más valiosas.
Este avance, lejos de consistir en instalar brazos robóticos o similares, conllevará el uso de softwares de intercomunicación y autodiagnóstico en las estaciones de trabajo involucradas en la actividad industrial.
Otra de las claves de la Industria 4.0 será el análisis en tiempo real, pues las empresas no se limitará a acumular grandes masas de datos (big data) sino que podrán extraer conclusiones al minuto por medio de algoritmos.