Los estores se están convirtiendo en los protagonistas de nuestras ventanas en todas sus variedades. Podemos encontrarlos totalmente opacos, perfectos para un cuarto de baño o para un vestidor, habitaciones en las que queremos tener la máxima intimidad. Cuando queremos luz, se puede subir el estor y abrir la ventana para airear y en el momento en que vamos a usar esas habitaciones, nos aislarán totalmente del mundo.
Para los dormitorios tenemos los estores día/noche, que permiten regular la entrada de la luz. Se trata realmente de un estor doble que tienen franjas claras y franjas opacas. Si se dejan intercaladas, la habitación tendrá bastante luz pero gracias a esa alternancia no se podrá ver el interior del dormitorio desde fuera. Por la noche, se coloca el estor de forma que solo se vean franjas opacas evitando que entre la luz de la calle.
Los estores translúcidos son perfectos para salones, especialmente aquellos con galerías en los que la luz debería de ser la auténtica protagonista. Se trata de estores que pueden proteger la intimidad, al impedir ver el interior, pero que permiten pasar la luz en toda su intensidad.
Estos estores son perfectos para los días de verano, pero también para el invierno cuando se hace de noche muy pronto y es fundamental aprovechar la escasa luz del sol que pueda entrar a lo largo del día.
Si nos fijamos en la decoración podemos encontrarlos lisos, estampados e incluso personalizados con fotografías que podemos elegir personalmente. Tanto en colores lisos como estampados podemos encontrar tonos y dibujos muy tradicionales y otros muy modernos que encajan perfectamente en los hogares más juveniles.
La tela también es importante, algunas son delicadas y muy finas y otras son mucho más resistentes, perfectas incluso para los niños. Incluso hay estores realizados en materiales sintéticos o en fibras naturales que resultan muy modernos y que suelen llamar bastante la atención por su variedad.
El estor tiene también variaciones en lo que se refiere a la manera de recogerlo, algunos son enrollables, otros se arrugan sobre sí mismos y también los hay que se pliegan en bandas.
Como ves, hay un estor para cada ocasión y para cada tipo de habitación y todos ellos permiten que en cada haya luz en los momentos en los que esta es importante, y ciertos niveles de oscuridad que se adaptan al tipo de cuarto y a su uso.