Yo nunca había oído hablar de lo de la calefacción central. En todos mis años en casa de mis padres no sé si existía ese concepto. Lo que sé es que los radiadores integrados en la casa no funcionaron jamás, pero para mí era lo más normal del mundo. Muchos años después descubres que eso no tiene nada de “normal”. Pero cuando era un chaval no sentía el frío: iba por ahí ligero de ropa y tan contento.
Pero a medida que me he hecho viejo el frío ha empezado a penetrar en mi cuerpo. Ya no soy inmune. Y entonces sí que empiezo a estar pendiente de los radiadores. Mis padres, por suerte para ellos, ya han arreglado los suyos… aunque 30 años después. Son mayores y no es nada saludable vivir en un congelador. Además, yo mismo miré Ofertas Termoventiladores y les compré uno que ahora colocan en el pasillo de casa de forma que, en días muy fríos, es ideal para generar una temperatura un poco más agradable.
En mi casa actual, de momento, no vamos a necesitar termoventiladores. Tiene tantos radiadores que, a veces, esto parece un horno. Creemos que los anteriores inquilinos debían ser muy frioleros porque instalaron dos radiadores extra que se añadieron a los que ya venían con la casa. Lo sabemos porque son de funcionamiento ligeramente diferente. Pero nosotros que también nos hemos vuelto muy frioleros lo agradecemos.
El lado negativo de todo esto es que esta casa no es nuestra ni lo va a ser. Con la subida de los precios de los alquileres en la mayoría de grandes ciudades la zona ha disparado sus precios y nos queda aquí un telediario, el tiempo que tarde la dueña en decirnos la subida de precio que, calculamos, puede ser fácilmente del 15%. Una locura, pero es lo que está pasando en todos los pisos de la zona. ¿Y por qué no lo va a hacer ella?
Así que vamos a echar de menos y mucho este piso porque seguro que en el siguiente vamos a tener que mirar Ofertas Termoventiladores. Dice mi mujer que nunca vamos a tener tanto radiador por metro cuadrado como en esta casa. ¡Qué razón tiene!